Meditación.
La meditación consiste en entrenar la mente para dirigir y controlar nuestros pensamientos. Puede ser uno de los hábitos más saludables en nuestra vida y sus beneficios en la salud están científicamente probados.
Vivimos de forma acelerada sin pararnos a observar qué pasa, que hacemos, como lo hacemos y para que, vamos por la vida la mayoría de las veces de manera automática. Hacemos desde lo que "toca" de forma rutinaria desconectados con prisas, y con poca consciencia. Esto es lo genera insatisfacción, tensiones emocionales y sensación de no tener el mando de nuestra vida. Como dice la tradición budista, nuestra "mente de mono" salta de rama en rama y no se detiene. Hacemos, pensamos, controlamos, organizamos, nos dejamos llevar...
La meditación nos ayuda a conectar con nuestras verdaderas necesidades, a estar presente, ser conscientes de como funcionamos, nos ayuda a mantener cierta armonía entre lo que hacemos, sentimos y pensamos, nos da claridad para tomar decisiones satisfactorias, nos sirve para encontrar momentos de calma y serenidad dentro de la vorágine y el rodillo diario.
Ser realista.
Es cierto que hoy en día la meditación esta en auge, se ha puesto de moda. Es importante comprender que no es la panacea y que el hecho de meditar no te va a resolver la vida. La meditación funciona, sí. Para ello es necesario compromiso, paciencia y responsabilidad.
Compromiso con uno mismo y la práctica, para obtener sus beneficios hay que ponerse a meditar con constancia y establecer una rutina. A meditar se aprende meditando.
Paciencia, la meditación no es magia, no sirve meditar 5 minutos un día a la semana... la meditación es proceso, constancia y perseverancia. Sus resultados requieren un tiempo.
Responsabilidad, hacerse cargo del proceso, establecer el compromiso y tener claro que tu eres el responsable de tu vida.
No se trata de poner la mente en blanco, no podemos luchar contra la naturaleza de la mente, la cual es generar pensamientos, se trata de enfocar la mente, poder ordenar los pensamientos, apaciguarlos, y calmar a ese mono saltarín, desarrollando cualidades y hábitos beneficiosos, como la atención plena, la concentración, la compasión, y la presencia.
La respiración es la llave.
Respirar ayuda a apaciguar la mente. A cada estado mental le corresponde un modo de respirar distinto; el ritmo respiratorio no es el mismo si uno está sosegado o ansioso, disperso o concentrado, abatido o eufórico.
Al igual que un estado psico-mental condiciona un modo de respirar, una manera de respirar favorece un estado mental concreto. La respiración rítmica calma y relaja la mente, la apacigua. Según el yoga, la respiración rítmica consigue sintonizar el ritmo individual del ser humano con el ritmo del universo.
Si se consigue una respiración firme y constante, la mente alcanzará el mismo estado.
"Controlando la mente se domestica el caballo,
y domesticando el caballo, se encauza la mente".
HATHAYOGA PRACLIPIKA
La respiración y las sensaciones ayudan de dos formas: primero se comportarán como secretarios privados y en cuanto surja alguna interferencia la respiración dejará de ser normal y empezará a gritarnos: "¡Algo sucede!". Aquí solo podemos aceptar el aviso. De igual forma también las sensaciones nos dirán que algo sucede. La respiración y las sensaciones nos revelan información constantemente, de cómo estamos, que sucede. Tras habernos avisado podemos empezar a observar la respiración, a observar las sensaciones y nos daremos cuenta de que la interferencia, sea la que sea (dolor, pensamiento, emoción…) se diluye.
Las leyes científicas que operan en nuestras sensaciones, sentimientos, pensamientos y juicios llegan a hacerse evidentes. Nos pone delante lo que hay tal y como es mediante la experiencia directa, es entonces, en el darse cuenta cuando se comprende la naturaleza de cómo uno crece o decrece, de cómo uno produce sufrimiento o se libera de él. La vida se va caracterizando por una intensificación de la conciencia, por la ausencia de engaño, por el auto-control y la paz.
Meditación Vipassana
Hay muchas formas de meditar. Una práctica fundamental en nuestro programa de meditación es Vipassana, también conocida como meditación introspectiva.
Vipassana, significa ver las cosas tal como realmente son, es una de las técnicas más antiguas de meditación de la India. Fue redescubierta por Gotama el Buda hace más de 2.500 años y fue enseñada por él a sus discípulos como un remedio universal para males universales, es decir, como un arte: El arte de vivir. Esta técnica no sectaria tiene como objetivo la total erradicación de las impurezas mentales y la resultante suprema de la completa liberación del Ser.
Vipassana es un sendero de auto-transformación mediante la auto-observación. Se concentra en la profunda interconexión entre mente y cuerpo, la cual puede ser experimentada de manera directa, por medio de la atención disciplinada dirigida a las sensaciones físicas que forman la vida del cuerpo, y que continuamente se interconectan con la vida de la mente y la condicionan. Es este viaje de autoexploración a las raíces comunes de cuerpo y mente, basado en la observación, lo que disuelve la impureza mental, produciendo una mente equilibrada, llena de amor y compasión.
La práctica de la meditación entera es un entrenamiento mental. De la misma manera que empleamos los ejercicios físicos para mejorar la salud del cuerpo, con la meditación Vipassana desarrollamos una mente saludable.
Diferencia de la meditación vipassana con otros tipos de meditación
Es diferente de otros tipos de técnicas de meditación, mindfulness, meditaciones con mantras o meditaciones con visualizaciones. En estos métodos, te enfocas en una tarea o imagen. Entrenas activamente tu mente y cuerpo para hacer algo específico.
Sin embargo, en la meditación Vipassana, simplemente observas tu yo interior en lugar de controlar conscientemente la experiencia. Vipassana es una práctica de autoobservación y la técnica te ayuda a cultivar un sentido de ecuanimidad.
Lo primero que se aprende es a dominar la mente observando la naturaleza dinámica de la realidad a través de la respiración.
Todo está siempre cambiando, incluida la respiración, por lo que la técnica consiste en concentrar toda la atención en el área justo debajo de las fosas nasales y justo encima del labio superior. .
Cuando se atiende a la respiración, la mente se calma. La meditación Vipassana es la práctica de observar las sensaciones sutiles en todo el cuerpo sin reaccionar ante ellas.
Se escanea el cuerpo con atención, notando que surgen las sensaciones y simplemente observándolas. Si una sensación es placentera, la observas y la dejas pasar. Si es incómoda, lo observas y la dejas pasar. Ninguna sensación es superior y ambas son impermanentes.
De esta forma la técnica de la auto-observación nos muestra los dos aspectos de la realidad: el interno y el externo. Antes sólo mirábamos al exterior perdiendo la verdad interna. Buscábamos en el exterior la causa de nuestra desgracia culpando siempre a algo o a alguien e intentábamos cambiar la realidad externa. Al ignorar la realidad interna, no comprendíamos que la causa del sufrimiento se encuentra en nuestro interior, en nuestras reacciones ciegas hacia las sensaciones agradables o desagradables.
No puedo sentarme con las piernas cruzadas ¿Puedo meditar?
Por supuesto. Se proporcionan sillas a aquellas personas que no puedan sentarse cómodamente en el suelo por motivos de edad o por problemas físicos.
Los beneficios de la meditación Vipassana pueden resumirse en la siguiente pregunta que se le hizo a Buda.
"¿Qué has ganado con la meditación?" y Buda respondió: "Nada. Sin embargo, he perdido la ira, la ansiedad, la depresión, la inseguridad y el miedo a la vejez y a la muerte".